¿Es bueno el “papel pintado infrarrojo”?

Recientemente han aparecido en el mercado una serie de productos calefactores de bajo voltaje, muy finos y basados en carbono, en forma de “papel pintado”, esteras empotradas en la pared, en el techo o bajo el suelo, que se promocionan a sí mismos como tecnologías de calefacción “infrarroja”, “infrarroja lejana” y/o “radiante”. Normalmente, estos sistemas son esteras térmicas de baja tensión (mediante transformadores) que pueden instalarse para cubrir una gran superficie en paredes, techos y suelos.

Estos sistemas de calefacción alcanzan una temperatura superficial máxima de 40°C y suelen ser mucho más fríos una vez cubiertos con yeso, moqueta, pintura, etc. Por las razones que se explican a continuación, estos sistemas suelen mostrar un porcentaje relativamente bajo de calor radiante (infrarrojo), ya que la mayor parte de la energía calorífica se produce en forma de convección y conducción. Por lo tanto, es engañoso afirmar que estos sistemas son soluciones de calefacción “infrarroja” o “radiante” y no pueden clasificarse como sistemas de calefacción radiante (infrarrojos) según las normas eléctricas británicas e internacionales.

Para que haya calor radiante (infrarrojo), debe haber una diferencia de temperatura clara entre el calefactor y las cosas que intenta calentar. El siguiente diagrama muestra la diferencia de energía radiada entre tres objetos: uno a 25 °C (aproximadamente la temperatura de la superficie de la piel humana), otro a 50 °C (es decir, un radiador de calefacción central) y otro a 100 °C (es decir, un panel de calefacción por infrarrojos).

En el diagrama se puede ver que la transferencia de calor radiante entre algo a 50 °C y otro a 25 °C es muy pequeña: unos 0,2 vatios por metro. Esto es apenas perceptible en la piel como calor radiante y puede comprobarlo usted mismo acercando cada vez más su brazo desnudo a un radiador de calefacción central hasta que pueda sentir el calor (casi tiene que tocarlo).

Esto contrasta con un panel de infrarrojos a 100 ºC y un objeto a 25 ºC, donde la transferencia de calor es de aproximadamente 1 vatio por metro y fácilmente perceptible en la piel hasta un par de metros de distancia del panel.

A 40 ºC y sólo 0,004 vatios por cm2, las propiedades IR emisivas del “papel pintado infrarrojo” serán insignificantes. Lo único que hace el papel pintado es ralentizar la pérdida de calor por conducción desde las paredes y techos (de hecho, los proveedores recomiendan no colocarlo en paredes exteriores). De lo contrario, lo único que hace es calentar el aire de la habitación. No descartamos que esto pueda ser efectivo de alguna manera si cubres suficientes paredes y techos con él. Sin embargo, a 40°C y 0,004w/cm2, el papel pintado eléctrico por infrarrojos no puede afirmar que sea radiante (o infrarrojo) y reclamar los beneficios que la calefacción por infrarrojos tiene sobre la convección.

La norma internacional (IEC) para el rendimiento de los radiadores domésticos considera de hecho que los papeles pintados calefactados (o cualquier calefactor a 40°C o menos) están fuera del alcance de la evaluación del rendimiento radiante. Esto se debe a las razones descritas anteriormente y que se muestran muy claramente en el diagrama: hay muy poca transmisión de calor radiante como proporción del consumo total de energía para permitir que los calefactores afirmen que son radiantes (en contraposición a convectivos o conductivos).

IG Infrared https://www.ig-infrared.com/en/home.html es la asociación comercial de fabricantes de infrarrojos de la UE y define los calefactores de infrarrojos como calefactores que requieren una temperatura mínima de superficie de 75°C y una cobertura mínima de vatios sobre la superficie del panel de 0,09w/cm2 para ser considerados “calefactores de infrarrojos” (la cobertura de vatios del papel pintado es de 0,004w/cm2).

Algunos clientes que han instalado este tipo de calefacción afirman que no ha estado a la altura de las expectativas y se han pasado a nuestros paneles de calefacción por infrarrojos.