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¿Qué temperatura tendrá la iglesia?
Con suficientes calefactores podemos calentar toda la iglesia. Sin embargo, es poco probable que éste sea el método de calefacción más rentable, ya que consumirá una gran cantidad de energía, sobre todo en iglesias antiguas y mal aisladas que nunca se construyeron para ser calentadas.
Para las iglesias de uso menos frecuente (iglesias dominicales) y las que rara vez están totalmente ocupadas, el método más rentable con diferencia será proporcionar zonas o «burbujas» de calor centradas en la zona en uso. Por ejemplo, la nave principal. Las demás zonas no utilizadas pueden permanecer sin calefacción. Las personas recibirán directamente el calor de los calefactores cuando se encuentren cerca del calefactor de infrarrojos y, a menudo, se necesitará un tiempo de precalentamiento más corto para quitar el frío de la zona. La sensación de confort térmico se verá afectada por el aire frío, pero el calor radiante proporcionará un buen nivel de confort a las personas que se encuentren en la zona calentada. Por lo general, nuestro objetivo es conseguir temperaturas «reales» (la temperatura que se percibe) de entre 17 y 19 °C, a menos que se necesiten niveles de confort más elevados.
Si la iglesia está invirtiendo en energía solar, nuestro sistema APX puede proporcionar automáticamente calefacción de fondo para el edificio cuando se está generando electricidad a partir de la energía solar fotovoltaica. Esta puede ser una forma útil de aumentar la temperatura interna general de la iglesia a coste cero y sin emisiones de CO2, y reducirá la demanda de calefacción durante los servicios. Nuestros sistemas también funcionarán con las tarifas inteligentes de los proveedores de energía (como las tarifas nocturnas baratas).
Es importante entender que, actualmente, la tarifa eléctrica diurna es unas 3 veces más cara por kilovatio de energía que la de los combustibles fósiles. Esto cambiará en el futuro, pero mientras tanto, en la transición hacia la energía neta cero, las facturas de calefacción serán más elevadas si se cambia de una caldera de gas / gasóleo, a menos que el nuevo sistema de calefacción por infrarrojos se utilice de forma diferente a las formas tradicionales de calefacción y se gestionen los niveles de expectativas de los ocupantes.
El control, la zonificación y la colocación/altura de los calefactores son cruciales para el éxito de la instalación y la eficiencia energética.